Los eclipses solares atraen a cada vez más público en todo el mundo. Los últimos en EEUU supusieron la movilización de millones de personas. Esta circunstancia crea un reto muy importante para asegurar la salud y la seguridad de muchísimos aficionados y turistas que se desplazarán en pocas horas buscando lugares apropiados para observarlo.
Es necesario tomar las medidas adecuadas para evitar problemas de salud como deshidrataciones, golpes de calor, quemaduras de piel, graves lesiones oculares, intoxicaciones, accidentes de tráfico, brotes infecciosos, aglomeraciones peligrosas, pernoctaciones en el campo o en coches sin elementos apropiados, etc.
Hay que tener en cuenta que el último eclipse total de sol visible en España ocurrió en 1959, y fue visible sólo en Canarias, con lo que la población no está preparada para observarlo correctamente.
Todo ello hace necesario lanzar lo antes posible campañas de concienciación, actividades formativas, etc., con la colaboración de las administraciones competentes a nivel local, regional y nacional, y con la participación de expertos y sociedades científicas, para asegurar que la población española y visitante pueda disfrutar de un fenómeno único con la seguridad adecuada.
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